Ropa deportiva.
La ropa
deportiva se refiere a las prendas fabricadas con tejidos especiales muy suaves
que se adaptan a cualquier estructura corporal, son capaces de ceder a los
movimientos que el cuerpo de los atletas necesita e incluso brindar soporte.
Son prendas que se adaptan cada una a la necesidad que surge por la práctica
específica de un deporte.
Las primeras ropas deportivas.
Aunque la ropa
en general ha acompañado al hombre a lo largo de los milenios, no así la ropa
deportiva, de hecho, en Grecia, cuna de los Juegos Olímpicos, los deportistas
solían competir desnudos porque el cuerpo era “la mayor expresión de belleza y
perfección física”.
Corredores de los Juegos Olímpicos
de la antigua Grecia, pintados en una vasija de 525 a.C.
En la América
precolombina, los antiguos Mayas y Aztecas (1,200 a.C) practicaban el
“Pokolpok” los primeros y Tlachtli los segundos, en ambos casos un deporte de
pelota muy arraigado a a ambas culturas, en este, caso, los deportistas usaban
indumentarias especiales posiblemente rituales a la hora de jugar este deporte,
estas ropas rituales representan a su vez las primeras ropas deportivas de la
América precolombina.
Los
gladiadores, considerados los deportistas de la Roma antigua en cambia si
usaban el equivalente a “ropa deportiva” la cual constaba de: una campestra
(especie de falda alrededor de la cadera), los oficiales llevaban túnicas de guerreros
o dalmáticas las cuales llegaban hasta la media pierna, arriba de las rodillas,
por lo general cubrían sólo una de sus piernas con “grebas” arcaicas hechas de
cuero, a estos trajes se les agregaba el escudo y espada, de esta manera, los
gladiadores estaban menos expuestos debido a que usaban aquella “ropa
deportiva” arcaica que les permitía movilidad para todas aquellas actividades
que solían realizar.
Desarrollo de la ropa deportiva.
No fue hasta
fines del siglo XIX y principios del XX que los deportes tomarían mayor fuerza
en el ámbito internacional, esto a su vez impulsó no sólo el desarrollo de los
mismo sino el de las indumentarias necesarias para practicarlos. La primera de
las Olimpíadas modernas de 1896 incluyó a muchos atletas de clase alta que
usaban ropas rudimentarias, similares a los overoles o un pantalón corto y una
camiseta para los deportes de canchas. Para el tenis se requería una vestimenta
más formal, con los "blancos de tenis" de rigor. Las mujeres usaban
vestidos de tenis mientras que los hombres usaban pantalones y camisas, y hasta
un jersey, como lo mandaba la costumbre.
1920 y 1930
Algunas
disciplinas como el tenis tenían reglas estrictas de vestuario. Al principio de
siglo las mujeres jugaban con vestidos, medias altas y sombreros. Los hombres
llegaban a jugar hasta con blazer.
En 1922 Suzanne Lenglen compitió en Wimbledon con una falda corta de tenis. También usó una banda en la cabeza para que le mantuviera el cabello fuera de su cara, en lugar del acostumbrado sombrero. En 1932, Alice Marble usó pantalones cortos de tenis. Blancos. Lo que produjo un gran cambio en este deporte pues los nuevos atuendos ofrecían mayor movilidad y sobre todo, comodidad, pronto esto se extendió a otros deportistas.
En los atletas
profesionales la ropa solía ser sencilla pues su principal objetivo, más que
ayudar al deportista, era cubrirlo. Por ejemplo, los trajes de baño de los
nadadores no tenían diseños muy prácticos, en especial los de las mujeres. Las
atletas femeninas estaban más limitadas por las reglas de la sociedad.
1940 y 1950
Los desarrollos
de la ciencia pusieron a disposición de la gente nuevas telas. Por ejemplo, el
nailon, fue usado por primera vez por los militares, para sus pantalones cortos
para correr y para los rompevientos. Estas fibras sintéticas permitieron que se
produjeran masivamente prendas deportivas y también que se crearan prendas para
las necesidades de una actividad en particular, como las capuchas escondidas y
los bolsillos, los forros removibles y los equipos resistentes al viento. De
esta manera, la ropa deportiva se abrió paso en la industria textil dedicando
diseños exclusivamente deportivos que favorecen en la práctica deportiva más
que los anticuados trajes tradicionales con los que se competía.
1950 y 1960
Además de los
cambios que se comenzaron a ver en las fibras, estas décadas se destacan por
nuevos estilos e intereses. Hay una tendencia a especializar más la ropa.
Aparece, por ejemplo, indumentaria resistente al viento.
Todavía la ropa
deportiva se limitaba de cierta manera a los atletas profesionales. Sin
embargo, comienzan a aparecer los programas de ejercicio en la televisión. Esto
daba mayor libertad para ejercitarse en la casa. Algo que aprovecharía el
púbico femenino.
Hace su
aparición la ropa deportiva casual. Los pantalones comienzan a ser más cortos,
tanto en hombres como en mujeres. Las damas, por ejemplo, pasaron de usar
pantalones a las rodillas a los cortos. La parte superior seguía siendo más
cubierta, con los hombros protegidos. Pero, en general, también se recortó el
tamaño de las mangas.
1970 y 1980
Para las
mujeres es un gran paso. En esta década comienzan a elegir ropa deportiva más
ceñida. Mostraron más interés por mantenerse en forma, sin dejar a un lado la
feminidad. Lo consiguen utilizando mallas largas, por lo general en colores
vivos, leotardos y calentadores.
A nivel
profesional, por ejemplo, se notó la diferencia al ver a las gimnastas con sus
trajes ceñidos y mostrando las piernas. Algo impensable a principios del siglo,
cuando tenían que usar vestidos holgados.
1990 y 2000
En esta década
se presta más atención a la tecnología de la ropa deportiva. El diseño y los
textiles que se usan brindan mayor comodidad a los deportistas. En el fitness
ganan relevancia los ejercicios que se practican en grupo sobre las máquinas de
gimnasios. Se combinan chándales con crop tanks. Las mallas y leotardos siguen
siendo populares durante estos años.
2000 y 2010
El nuevo
milenio despertó aún más el interés por el ejercicio. Comenzaron a aparecer más
opciones para mantenerse activo. Con algunas disciplinas nuevas, otras antiguas
o combinaciones de diversas actividades. Quienes las practicaban necesitaban
ropa que se ajustara a cada tipo de actividad. Destaca la aparición de los
pantalones de yoga, que no se transparentan mientras se practican estos
ejercicios.
2010 en adelante.
Hoy los
atletas, profesionales o no, están muy conscientes de la importancia de la ropa
deportiva. Además de buscar comodidad, quieren tener a su alcance indumentaria
que le ayude a mejorar el rendimiento o, al menos que no les impida avanzar.
Cuando alguien va a comprar ropa se fija en su transpirabilidad, resistencia a
la humedad, soporte, entre otras características. Y no se trata solo de las
camisetas o pantalones. La ropa interior también ha cobrado mayor importancia
en este sentido. Al mismo tiempo que los atletas buscan mejorar su rendimiento,
la ropa deportiva también se han convertido en moda. Un ejemplo claro son las
camisetas deportivas para mujer. Muchas de estas se pueden utilizar como una
prenda casual. Son ideales para las mujeres que hacen actividades cotidianas
antes de ir al gimnasio. No necesitarán correr a cambiarse, porque ya están
listas para su rutina.
La ropa deportiva en la actualidad.
Desde
principios del 2000 la ropa por disciplina cobró mayor importancia. Las tiendas
especializadas dividen su inventario por deportes. Así es más fácil encontrar
lo que busca cada persona. Cada vez se considera más importante tener la
indumentaria adecuada. La ropa ligera, que permita libertad de movimientos y
flexibilidad son muy valorados. La tecnología ha permitido desarrollar,
incluso, fibras que combaten el mal olor y que evaporan el sudor para mayor
comodidad del atleta. Quizás lo más complicado hoy en día es elegir la ropa
apropiada entre tantas opciones. Cada deporte tiene sus particularidades y
dependiendo de qué se vaya a practicar se debe escoger la ropa que mejor se
ajuste.
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